Imagina una ciudad en la que todo lo que imaginas necesario quedara a unos 15 minutos en bicicleta. Donde los supermercados, el trabajo, los colegios, estuvieran a apenas unas pedaladas de tu casa. Donde las grandes torres de negocios quedaran como ruinas anteriores a los tiempos pandémicos. No es una utopía ni la última película de Matrix: se trata de una iniciativa real por la que algunos expertos comienzan a abogar, una vez instalado con fuerza el debate sobre la sostenibilidad de las ciudades, que han visto reducidos sus niveles de contaminación con el confinamiento primaveral. Son las ‘ciudades de 15 minutos’ y se rigen por una triple regla: fomento de la bicicleta, proximidad y fin de las torres de negocios, extendiendo el teletrabajo para no contaminar